Se llaman “The Simulated baby experience”.
Todavía no me ha dado demasiado tiempo a profundizar en su discografía, pero para la época en la que nacieron (1971) su propuesta era de lo más atrevida.
El frontman de la banda era un bebé de apenas 7 meses. Parece ser que sus padres advirtieron que su pequeño retoño tenía habilidades para la música, habilidades que se hacían patentes constantemente. Golpeaba objetos grandes con otros más pequeños (en ocasiones intencionadamente), demostraba su portento vocal al quemarse con objetos calientes y a veces atinaba a mover la cabeza al ritmo del timbre de la puerta (un “ding-dong” da para mucho).
Estas abrumadoras evidencias movieron a sus progenitores a conseguirle un representante que puliese su estilo y que lo convirtiera en una gran estrella. El grupo terminó de formarse con 2 músicos que ya habían participado en una experiencia similar.
El problema llegó cuando tuvieron que hacer su presentación en sociedad. La gente descubrió rápidamente que la música que The Simulated Baby Experience era lo peor que habían escuchado en la vida, sin embargo el grupo estaba en lo más alto en las listas de popularidad. La suerte de maniquí que crearon para que el bebé se aguantase sobre el escenario durante los conciertos se convirtió en todo un icono generacional, su imagen vendía más que la de Jesucristo y Karpov juntos.
Podéis ver aquí una de las pocas imágenes que se conservan del grupo en directo.
QUE COSA ES ESTO?! Un bebé con pinta de zombi a los teclados. ¡¡Özilpilante!!
ResponderEliminarEstupentástica entrada guy, muy preciosona. Te estás ejercitando mucho y bien en el tema compositivo. No dejes que se te acabe ese material. Está casi al nivel de los goles de Iniesta.
Jajajajaja Özilpilante! XDDDD
ResponderEliminarEl niño no es zombi. Se vuelve completamente catársico cuando sube a un escenario, de ahí su gesto desquiciante!